PLAZA MAYOR
“Chateando” por la Plaza
Mayor
En pleno centro de Madrid, la Plaza Mayor es lugar de visita obligada para los turistas. Su hermosa fisonomía y su ambiente vivo la hacen un imprescindible para cualquier visitante que pase por la capital de España. Sin embargo, algo más tiene la Plaza Mayor que atrae tanto a propios como a ajenos. Y es que en sus soportales, rodeándola por completo, nos encontramos con un amplio surtido de bares, que nos dan una ruta alternativa para conocer la ciudad. Cada uno de ellos es un pequeño refugio que merece ser conocido.
En el acceso a la Playa Mayor por la Calle
Postas, nos encontramos con el Bar El Soportal, uno de los más antiguos del
lugar. Su terraza es, quizá la más concurrida de las de la zona, y los
camareros apenas dan abasto a atender las peticiones de los clientes. Sentados
en las mesas nos encontramos con gente muy diferente: desde una pareja de
turistas alemanes hasta una familia numerosa, pasando por un grupo de ancianas
que salen a “gastarse los cuartos de la pensión, que la vida son dos días”,
según nos cuentan.
La especialidad del Bar El Soportal son las
raciones, tanto de carne como de pescado. Almejas a la marinera, gambas al
ajillo, pulpo a la vinagreta, albóndigas, callos madrileños o croquetas de
jamón, son algunos de los platos más demandados por los clientes, y su precio
oscila entre los 13,50 € de la ración de albóndigas, hasta los 23€ de la de
pulpo a la vinagreta. Para aquellos que no quieran llenar tanto el estómago ni
vaciar demasiado los bolsillos, El Soportal ofrece sus medias raciones y una
carta de bocadillos, a cinco euros la unidad aproximadamente, dependiendo del
contenido. Además, por cada consumición los clientes reciben tapa gratis, y el
plato estrella es la paella de los domingos, el día en el que más se llena el
establecimiento, y con razón.
Restaurante – Bar Hegar
Pared con pared a El Soportal, nos encontramos
con el Restaurante Hegar. Su fisonomía es muy similar al anterior, tanto que se
pueden llegar a confundir. Sin embargo, la diferencia la encontramos en la
carta. Hegar nos ofrece una carta mucho mas amplia, en la que, además de las
raciones de carne y pescado de rigor, los visitantes pueden degustar otro tipo
de tapas (como patatas bravas, espárragos o setas con jamón), pasta, y platos
combinados.
Los 'must' de este rincón son el secreto ibérico
caramelizado, los pimientos rellenos de bacalao y el hojaldre con morcilla de
burgos y patatas paja. Los platos estrella, el entrecot y el solomillo ibérico
a la sal. No puede faltar para abrir boca unas tostas de jamón ibérico o una
ensalada de aguacate y gambas.
Desde la barra, Juan, asiduo a este bar desde
hace 8 años, nos recomienda el arroz con leche para el postre. Dice que “sabe
como el que hacía mi abuela. Éste es un sitio para comer como en casa”.
Los precios, aunque quizá un poco elevados, están
por debajo de los de El Soportal, rondando los 15 € por ración. Para los
amantes de la pasta, pueden tomar un plato de lasaña de verduras o de espaguetis
a la carbonara por 7€. Y por un poco más (9-11€) pueden disfrutar de un plato
combinado de huevos fritos con bacon y patatas, por ejemplo. El precio medio de un menú completo, es de
unos 35€ por persona.
Casa Carmen – Flamenco Show.
Siguiendo nuestro recorrido por los soportales de
la Plaza Mayor, nos topamos con uno de los locales con más personalidad. Casa
Carmen es un tablao flamenco, de esos que tanto gustan a los que nos visitan.
Un rinconcito del más puro arte andaluz.
Construido en las cuevas del restaurante con el mismo nombre, el aspecto interior del lugar es absolutamente impresionante. Paredes de piedra y ladrillo, columnas, bóvedas, todo ello para dar cabida a un espectáculo flamenco cada noche de jueves a lunes, con un doble pase los sábados y domingos. A pesar de que el Restaurante Casa Carmen cuenta ya con una trayectoria de 8 años a sus espaldas, la idea del tablao es reciente, y nace con la intención de ir un paso más allá y ofrecer algo “más español, si cabe” a sus clientes, según nos cuentan.
En Casa Carmen nos ofrecen cena-espectáculo, todo en uno, con una duración de hora y media. El menú es cerrado (cena completa y espectáculo, cena tapeo y espectáculo, copa y espectáculo o menú para niños) y no brilla por su variedad, precisamente. Los entrantes que ofrecen son gazpacho o consomé, tortilla española y calamares, y el plato principal siempre es la paella y el cochinillo. Las tapas se reducen a ensalada, bravas, croquetas y la ya mencionada tortilla español. El escaso número de opciones hace que los precios puedan parecer excesivamente exigentes, ya que la entrada para cena y espectáculo ronda los 50€ por persona, y con tapeo los 35.
Los Galayos
Nuestra siguiente parada es en Los Galayos, uno de los restaurantes más antiguos de la Plaza Mayor, abierto desde 1894. Lo primero que se puede decir de este lugar, es aquello de que “las apariencias engañan”. Y es que, si bien en una primera impresión puede parecer un local pequeño con una gran terraza, una vez se cruzan sus puertas nos encontramos con un establecimiento grande con una terraza que le complementa. Al contrario con lo que puede ocurrir con otros bares de la Plaza Mayor, los Galayos vale más por su interior que por su exterior, porque entre sus paredes descubrimos cuatro espectaculares salones, cada uno decorado de una manera distinta pero todos compartiendo el ambiente castellano característico del restaurante. Duque, Ávila, Bodeguilla y Refugio y Altillo son los nombres de estas estancias con encanto en las que aquel que quiera puede celebrar sus acontecimientos especiales o disfrutar de una velada gastronómica. Dato histórico que viene al pelo es que en el Salón Duque tuvo lugar la última reunión de la 'Generación del 27'.
A la hora de echar un vistazo a la carta, vemos que la variedad es una de las notas distintivas. En Los Galayos disponen de una carta de tapas, servidas en su barra de madera tallada del s. XVIII, y otra con los platos a servir en el restaurante. En cuanto a tapas, se alternan platos típicos como la tortilla española, los huevos estrellados, los langostinos o los espárragos con pinchos más sofisticados, como el de patata con brandada de bacalao o el de foie con cebolla caramelizada y vinagreta de módena. Estos son solo algunos nombres de las más de 40 tapas diferentes que sirven. En la carta de restaurante, el máximo protagonista y, sin duda la estrella indiscutible, es el cochinillo asado (21€); no obstante, merece la pena mencionar el bacalao al horno con pimientos (23€), el chuletón a la parrilla (24€) y la paletilla de cordero. La tarta de queso de cabra con frutos del bosque (5,75€) es el postre más elegido. Ahora bien, no todo podía ser perfecto, y es que si elegimos los bolsillos, nuestro bolsillo puede salir mal parado. Los precios rozan los 50 euros por persona en un menú completo. Las raciones y las tapas rondan los 10€. Un lugar muy especial si se dispone de una cartera llena ;)
Lo primero que destaca de este bar son sus escasos 12 metros cuadrados, lo que hace fundamental su terraza de la Playa Mayor y la de la Calle Botoneras. Es de los lugares más castizos que se pueden encontrar por la zona. Su plato estrella, sin duda, el bocadillo de calamares (3€ la unidad). Disponen de tapas como ensaladilla rusa, pulpo a la gallega o salpicón de marisco; además, en su carta también incluyen platos combinados. Su rango de precios oscila entre los 8 y los 20 €, lo que lo convierte en uno de los bares más asequibles de la Plaza Mayor, y esto se refleja en su clientela, donde además de los típicos guiris, podemos ver a gente joven, algo poco habitual en el resto de bares.
Cervecería Plaza Mayor
Este pequeño local hace pareja con Los Arcos en cuanto al concepto de bar informal, distinto al de otros establecimiento de la Plaza Mayor, como Los Galayos. Buen lugar para tomar unas raciones económicas (7€ de media, excepto el jamón ibérico), aunque la variedad no es característica. La carta de este este local se resume en boquerones en vinagre, pescado frito, jamón, callos y anchoas. Y, por supuesto, no podían faltar los calamares. A los amantes de la cerveza les gustará por su diversidad de marcas y tipos de cerveza. De lo más asequible del centro de Madrid.
Bar Éboli
Pequeño, cuco, mono, acogedor, pintoresco...Son algunos de los adjetivos que se nos ocurren cuando llegamos al Bar Éboli. Las mesas colocadas junto a sus grandes cristaleras y su escaparate lleno de platos con aspecto delicioso lo hacen un establecimiento muy vistoso y llamativo para los recién llegados. Con solo echar un vistazo al expositor, el cliente puede ver una muestra de todos los platos y raciones que sirven: gambas rebozadas, pulpo a la gallega, pimientos de padrón, pella, callos a la madrileña, calamares, jamón, ensaladilla rusa, patatas al ali-oli, y un largo etcétera.
Sin embargo, nuevamente el bolsillo es un
problema: la carta no tiene precios. Según nos cuentan algunos clientes los
precios son algo elevados, no sólo de las raciones sino también de las bebidas.
“Una cerveza sin alcohol por 2.75€ me parece una barbaridad”, nos comenta un
señor que acaba de abonar su cuenta.
Restaurante Las Cuevas de Luis Candelas
Luis Candelas era un bandolero que se reunía con su cuadrilla en una cueva bajo el Arco de Cuchilleros, en plena Plaza Mayor. Más de doscientos años después, las Cuevas de Luis Candelas siguen en el mismo sitio, pero esta vez reconvertido en uno de los restaurantes más famosos y curiosos de Madrid. Está totalmente ambientado en la época del bandolero, incluso el personal del establecimiento lleva la vestimenta típica.
La especialidad de Las Cuevas es el Cochinillos
Asado en Horno de Leña y el Cordero lechal. Los entrantes pertenecen a la
cocina castellana más típica: jamón, callos, chistorra, morcilla y pimientos.
Otro de los platos más demandados es el cocido madrileño.
Los clientes dicen que la relación calidad precio
es buena. No obstante, el precio por persona ronda los 40€.
Museo del Jamón
Hablar del Museo del Jamón es hablar de una de las cadenas más conocidas y visitadas de Madrid. El plato estrella no hay ni que mencionarlo: jamón en todas sus variantes, desde un serrano normal hasta un ibérico de bellota. También se puede probar el queso y el lacón.
Lo que más aprecian los turistas del Museo es el
precio del bocadillo de jamón, 1 €. Uno de los lugares más prácticos y baratos
para comer por Madrid para turistas (y para los que no lo sean).
La Torre del Oro – Bar Andalú
La Torre del Oro es otro de los bares de la Plaza Mayor que destaca por su decoración interior más que por su carta o sus precios.
La decoración sigue la temática taurina: carteles
de corridas memorables, cabezas de toros y fotos de toreros. La carta recoge lo
más típico de la cocina andaluza: 'pescaíto' frito, calamares a la andaluza o
huevos rotos. El precio de las raciones está en torno a los 20€ y la calidad no
es la óptima. Por lo tanto, podría decirse que la relación calidad-precio está
descompensada. Las bebidas son caras (café y refrescos 4€, por ejemplo). Atrae
por su aspecto, desencanta por su comida.
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